El siguiente post se limita a difundir de una noticia relacionada con el ámbito de la ciencia. En ningún caso expresa opinión o postura ni por parte del autor ni de ninguna institución relacionada con este weblog.
Entre la comunidad científica internacional está surgiendo un movimiento de boicot a la editorial Elsevier que cada vez cuenta con más apoyo. Este movimiento, bautizado como "la Primavera Académica" por The Economist , se inició a raiz de una entrada en el blog del matemático y ganador de la medalla Fields, Timothy Gowers, de la Universidad de Cambridge. En dicha entrada, el matemático revela sus intenciones de no publicar, revisar artículos ni realizar trabajo editorial para ninguna publicación perteneciente a Elsevier. El motivo, las tácticas abusivas de dicha editorial que el autor resume en tres puntos principales:
- Precios exorbitados de las suscripciones.
- Obligación por parte de las instituciones de suscribirse a grandes paquetes editoriales, aunque sólo deseen 2 ó 3 publicaciones, aprovechando que algunas de sus revistas son esenciales y negando el acceso a ellas a quienes no traguen con esas condiciones.
- Su apoyo a medidas como SOPA, PIPA y la Research work act, que pretende abolir la ley que obliga a publicar en acceso abierto todos los trabajos resultantes de investigaciones financiadas con fondos públicos. Curiosamente, los dos senadores que patrocinan este proyecto de ley recibieron numerosas donaciones de Elsevier, como revela The Guardian.
Lo que comenzó como una declaración de intenciones por parte Gowers se ha convertido en una "llamada a las armas" a la comunidad científica, que está mostrando su apoyo a esta iniciativa adhiriéndose a ella mediante la web The cost of knowledge, creada con ese propósito. En el momento de escribir estas líneas, 5000 científicos de todo el mundo, incluyendo algunos españoles, se habían unido al boicot. De momento no son cifras muy significativas, pero como dice Gowers, si hubiera un número elevado de instituciones que se unieran al boicot, Elsevier no sólo vería mermados sus enormes beneficios (1160 millones de dólares en 2010), sino que perdería a los autores, revisores y editores científicos de sus contenidos, los cuales por cierto, suelen hacer el trabajo gratis. De hecho, en años anteriores, ya dimitieron en pleno los equipos editoriales de dos revistas de Elsevier (Topology y K-Theory), por disconformidad por las prácticas abusivas de la editorial.
Y es que, cada vez más científicos están hartos de ver cómo a pesar del elevado precio de las revistas, ellos que son los que dotan de contenidos a las publicaciones sin ser retribuidos por ello (a veces incluso pagando por publicar) se ven despojados de los derechos de difusión sobre sus propios artículos. Elsevier - y las demás editoriales científicas - tienen el negocio redondo: Sus contenidos les salen gratis, los revisores de dichos contenidos tampoco cobran, y encima aprovechan la necesidad por parte de los científicos de acceder a la información para cobrar los precios que desean, como si de un rescate se tratara.
